14 jun 2011

El paradigma intransable y el freno de mano.

Frenar a pulso el reloj, el tren,
 la caída libre
/forzado vacío
recíbeme con algodón profundo, centilitro;
marejada, fréname con golpe céntrico,
con rapidez cérea al fuego.


Darse cuenta que
no 
transa
el pensamiento que adolece
cuando la vida
 lo convierte en ejemplo de victoria;
mientras, 
sigue creciendo
el humor absurdo
de la cómica muerte.


¿Cuando se dijo todo esto?
¡Dímelo capitán del vuelo!


Retumba mi rostro con lo obvio,
grítalo que voy alígero, enrevesado,
el ruido lento de un consejo no avanza esta distancia.


Desacelero?…


Hasta las nubes pausan su camino para respirar,
es ahí cuando me veo.


Dejo el brazo firme.
Tiro el freno de mano…

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