26 may 2011

Centro.

Entonces estaba el tipo aquel,y pensó en…


La médula del hueso del espíritu:
de un ser ensimismado en ciencias,
lleno de ideas extranjeras,
atiborrado de pensares foráneos;
jugando al ludo con tornados,
surfeando filosofías tsunamicas,
desmantelándose desnudo en la calle,
disfrazado de sabedor, caracterizado como intelectual;
vendido a la economía caótica de la perfección pop.


Su médula vernácula regresándose al comienzo:
buscando la subconsciencia prima y virgen,
sin espíritu ni alma en la resta;


submarino azul, buzo neuro-místico,
veinte mil horas de viaje implosivo hacia el centro,
echo su cuerpo canoa, a través de lo infra-incognosible.

2 comentarios:

  1. Goyo Perez Marco29 de mayo de 2011, 6:15

    Es grata la lectura de poemas tan buenos.Escribes muy bien.Mis felicitaciones poeta,saludos cordiales.

    ResponderEliminar