Cuando me
pregunto, ¿Ocurrió todo esto?, es el miedo controlando mis pensamientos.
Aun tan animal hesito, revivo viejos sistemas de defensa que nuestros
ancestros nos heredaron; el miedo, este que están difícil de superar en
la vida cotidiana, en sueños tiene un brazo aun más fuerte. Reconozco
que aun soy vulnerable y no es fácil torcerle el brazo al miedo, sin
embargo, con la práctica del “Yoga del Sueño” – basado en las enseñanzas
de antiguos Tibetanos Dzokchen- he logrado convertir ese miedo en algo
inocuo, vacuo, ilusorio, me basta con detenerme unos segundos sobre la
pregunta, ¿Ocurrió todo esto?-que no es más que un terrible miedo a lo
que no puedo entender razonablemente- y darme cuenta que “Toda
experiencia es real en cuanto yo crea que así fue”.
Comprendí hace mucho que esta “realidad” es una ilusión en la que debemos interactuar en diferentes niveles, pero los sueños, son insondables.
Comprendí hace mucho que esta “realidad” es una ilusión en la que debemos interactuar en diferentes niveles, pero los sueños, son insondables.
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